Los tallhams llegaron, pero gracias a tantas jornadas a pleno sol a pie de playa y espigón descubrí una especie que nunca había pescado pero siempre había estado ahí: el Palometón.
Para quien los confunda, los palometones nada tienen que ver con la palometa blanca. Pez también muy combativo pero que mucha gente piensa de manera equivocada que es un palometón pequeño. Error.
La palometa blanca (Trachinotus ovatus), al igual que el pez protagonista de la entrada, pertenece a la família de los carángidos, pero no llega a crecer mucho mas allá de unos 50cm y algo más de 1 kg de peso. En cambio, nuestro amigo (Lichia Amia) llega a alcanzar tamaños de hasta 2 metros de longitud y a superar los 40 kg de peso, además tiene una figura mucho mas alargada y con unas formas más agresivas, al contrario que la palometa que es algo redondeada y de aspecto más dócil.
Este pez es un depredador nato, atacando fugazmente el señuelo casi sin dar tiempo a reaccionar. Incluso he llegado a estar recogiendo y ver como un grupo de palometones rodeaba el minnow cual manada de hienas para que en cuestión de décimas de segundo uno de ellos atacar y comenzar la huída una vez prendido del engaño.
He vivido jornadas de multitud de picadas, algunas poniendo más piezas en seco y otras menos, pero todas tenían algo en común y es la diversión que proporcionan estos peces. Pese a estar en su etapa de alevín tienen mucha potencia y atacan con decisión a los señuelos movidos a son de jerking.
Según el día y la actividad de los peces atacaban a unos señuelos u otros. No he encontrado unas pautas fijas pues sin motivos aparentes unos días preferían minnows de tamaño mas contenido (sobre los 14cm) y en cambio otros días los que daban resultados eran largos minnows de entre 17 y 20cm.
La pauta que si parecía seguir es que los días de mar movido agradecían un jerking mas pausado y los días de aguas tranquilas los activaba un movimiento algo más agresivo del señuelo. El color parecía ser indiferente pues en la misma jornada he sacado ejemplares tanto con muestras de color natural como de colores fantasía o fluor.
Ahora, con la bajada de temperaturas típica de final del verano parece que su actividad ha decaído, pero aun así de vez en cuando alguno sigue asomando para alegrar la jornada con su estilizada silueta.
En breve entraremos en otoño, y entre llampugas, tallhams y demás especies tengo un objetivo claro, el de capturar un gran palometón. No me quiero imaginar la picada y la lucha que tiene que dar, pese haber visto videos y leído sobre él pienso que eso hay que vivirlo y por intentarlo no será.
También hacer incapie en que es una especie muy castigada y de la que quedan pocos ejemplares y por mi parte se merece captura y suelta en el 100% de las ocasiones. Verlo como se va hacia el fondo después del proceso de reanimación es otra de las satisfacciones de la pesca de esta especie tan increíble como es el palometón y que hay que dar gracias que aún podemos disfrutar de su pesca en el mediterráneo pese a que sean ejemplares pequeños.
¿Hay algo más bonito que un pez en su medio natural?
Siempre se piensa que en la pesca uno ha visto ya todo después de tantas horas en el mar pero no, siempre se aprende y se descubren cosas nuevas, y en mi caso he descubierto un pez que ha pasado a ser de mis favoritos y de manera muy merecida.
Larga vida al palometón!!